martes, 18 de diciembre de 2007

Hasufa Abr-Anrudic

Es una de esas nohes que odio, y que me apasionan. Sabina suena por los altavoces...
"¿Quién sangra por do más pecado hubiere?"
La habitación está llena de humo, todas las ventanas cerradas. Fuera cae como si el cielo me entendiera, como si llorara conmigo. El perro duerme, despilfarrado en el suelo, y un Fortuna se consume en el cenicero. Hace ya rato que he comenzado a llorar, nostálgica, triste, por saber que tengo lo que no necesito y porque me falta lo que deseo.
Creo que hace ya tiempo que estoy enamorada de esta ciudad. Su gente, aunque diferente, me ha abierto las puertas, me ha acogido con lo brazos abiertos, y alguno que otro se ha atrevido a abrirme el corazón. Mal lo han pasado, la verdad.
"¿Quién me cambia por tu desilusión?"
Una página no basta para explicar lo que siento. Igual de mojada estoy yo que la calle, debajo de las lágrimas de las nubes. ¡Cómo lloran hoy aquí!
"¿Quién sazona el amor con alfileres?"
Parece como si nos hubiéramos puesto de acuerdo. Una noche llena de recuerdos, recuerdos que no significan lo mismo para unos que para otros. Recuerdos con los que sonríes, recuerdos con los que lloras...
"¿Quién me descorazona el corazón?"
Sí, la verdad es que estoy hecha una mierda. No soporto estar doblemente enamorada de dos ciudades distintas, de dos tipos de gente distintas, de dos personas distintas...
"¿Quién quema relicarios, tilas, naves?"
No soporto la voz de Sabina, vaya bazofia de garganta. Pero me apasiona su letra...
"¿Quién alquila mujeres de alquiler?"
Fuera, las nubes siguen llorando. A mí no me queda ya nada para llorar. Gente que vino y se fue, gente que ha venido y se irá en breve, gente que vendrá...
"¿Quién ha sacado copia de la llave..."
Ha dejado de llover. La calle tiene centímetro y medio de agua, y sigue subiendo, pues las alcantarillas han saltado y sale agua a chorros. Incluso las nubes se hn dado cuenta de que no vale la pena llorar por algo que no es posible...
"...de los secretos de mi secreter?"
Quiero dormirme y soñar, pensar que lo que deseo puede ser real..
"¿Quién oxida el limón de las campanas?"
Dominada por la tristeza, he atado una soga a la viga del techo. No puedo seguir soportando amar sin ser amada, no puedo soportar una nueva despedida más...
"¿Quién se sabe perdido cuando gana?"
Vuelve a llover. Las nubes se despiden de mí. El silencio me grita que no haga tonterías, la tristeza da su batalla por ganada, la melancolía se arrepiente de sus actos y la soledad invade toda la habitación...
"¿Quién me ha metido el dedo en la nariz?"
Un rayo cruza la noche, iluminando la habitación. La máquina de escribir ha dejado de sonar hace rato, y Hasufa se sube a un taburete...
"Quien roba, silba, reza, desayuna."
Parece que se arrepiente. Baja del taburete, solloza. Su cabeza es un torbellino de imágenes, de sentimientos contradictorios. Suenan mil palabras, tal que amor, tal que tristeza, tal que melancolía...
"¿Quién planta girasoles en la luna?"
Ha tomado una decisión. Se ata las manos con una corbata de su padre, para no volver a arrepentirse. Vuelve a subirse al taburete. Está pálida, y vuelve a llorar. Sin pensárselo dos veces, rodea su cuello con la cuerda y se deja caer.
"¿Quién coño me ha robado Madrid?"

P.D:Perdona, Sabina, por cambiarte el último verso.


Hasufa Abr-Anrudic

sábado, 15 de diciembre de 2007

Bueno, G.91 renace de sus propias cenizas, después de bastante tiempo callados y dedicándose a molestar únicamente a nivel local. Viene siendo hora de molestar a saco.

Os ponemos el Manifiesto de la Geración del 91, que tendremos que cambiar de aquí a un par de días, pero servirá para que os vayáis haciendo a la idea. Espero que os guste esta nueva iniciativa. Un abrazo.





No entendemos las intenciones de la gente, sus aspiraciones, sus anhelos…

Os empenáis en entregaros al placer… y dejar de lado el amor… ¡No lo entendemos!

Os empenáis en intentar que la gente no sea feliz… con el gusto que da hacer a los demás felices… ¡No lo entendemos!

Os empenáis en pensar sólo en tener dinero, en pensar que el dinero y el poder os harán felices… ¡No lo entendemos!

Os empeñáis en querer ser el mejor, cuando la humildad es virtud… ¡No lo entendemos!

Os empeñáis en pensar que importa el “qué dirán”, cuando lo que importa es, simplemente, hacer felices a los demás, sin importar otra cosa… ¡No lo entendemos!

Os empeñáis en buscar el amor propio, cuando lo que importa es el amor a los demás… ¡No lo entendemos!

Os empeñáis, en definitiva, en observar vuestro ombligo y hacer lo posible por contentarlo, sin importaros el daño que podáis ocasionar… ¡No lo entendemos!

¿Quién no lo entiende? Los que pertenecemos a la Generación del 91. No entendemos la forma de pensar de hoy en día, la manera de hacer las cosas, vuestra forma de hacer las cosas, sin importaros lo que hagan los demás…

Os lo decimos mirándoos a los ojos, y con rabia contenida. Mostraremos vuestras equivocaciones con relatos y poesías que serán como un cristal por el que ver lo que pensamos.



G. 91